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Huella digital en niños y adolescentes
marzo 23, 2022
¿De qué hablamos cuando hablamos de la huella digital ? ¿Cómo evitar que dañe a nuestros niños y adolescentes? ¿Qué acciones concretas podemos llevar a cabo para ser usuarios digitales inteligentes?
Vayamos por parte: los rastros de nuestro accionar en Internet son los que conforman nuestra huella digital. Esto quiere decir que, así como caminamos sobre la arena en el mundo físico y dejamos nuestra huella al pisar, también la dejamos en el mundo digital al navegar por la red. Cada clic que hacemos, cada “Me gusta”, “Me encanta” que pulsamos, las fotos y videos que subimos, las opiniones que escribimos en las redes -muchas veces, pensando que nadie nos lee-, cada búsqueda, descarga, avance y retroceso con los que operamos en internet, forman y definen nuestra huella digital.
Ahora bien, esta huella, ¿es privada? ¿Solo yo tengo acceso a ella? No. A diferencia de aquella huella en la arena que se borra con el agua del mar, la huella digital queda en Internet para siempre . No importa que eliminemos el contenido subido, o que quitemos nuestros “Me gusta”: lo que hicimos ahora forma parte del ciberespacio y ya no nos pertenece por completo.
Podemos decir, entonces, que Internet es un mundo digital en el que también caminamos y habitamos. Por eso resulta fundamental frenar, darnos vuelta y mirar la huella que estamos dejando, así como también hablar de esto con nuestros niños y adolescentes .
Como adultos, ¿hay algo que podamos hacer para que los jóvenes sean conscientes de los vestigios digitales que dejan con su accionar? ¿Podemos ayudarlos a discernir acerca del contenido que suben a las redes? Veamos tres estrategias que podemos aplicar para acompañarlos:
PENSAR ANTES DE ACTUAR.
Es importante enseñarles que, una vez publicado, el contenido pasa a formar parte de todo el ciberespacio y ya no tenemos total propiedad de él. Por ejemplo, puede que hayamos escrito una broma, pero no todos lo entenderán así: para el resto, lo que dijimos, lo dijimos en serio.
Lo del “anonimato” y que las cosas se borren en “tan solo 24 horas” tampoco es tan cierto como pensamos: basta con rastrear dispositivos a través de la dirección IP y repostear o hacer captura de pantalla para darnos cuenta. Algunas preguntas que pueden orientar a los jóvenes antes de postear son: con esto que voy a publicar, ¿alguien puede hacerme daño? ¿Puede alguien tergiversarlo y lastimarme? ¿Estoy yo haciéndole daño a alguien al publicarlo?
SER CRÍTICOS.
Es fundamental decirles que no todo es cierto en Internet y que muchas veces es difícil distinguir lo que es veraz de lo que no. Un buen ejercicio para hacer en familia es buscar juntos el perfil oficial de algún jugador de fútbol, cantante o famoso y compararlo con las decenas de usuarios “falsos” que quieren hacerse pasar por ellos y engañar a los seguidores para beneficio propio. De esta manera, pondrán en práctica el pensamiento reflexivo y estarán desarrollando la capacidad de discernimiento.
SER PRUDENTES.
Invitar a nuestros hijos y alumnos a que se pregunten acerca de los
límites de la intimidad
. Esto que voy a publicar, ¿forma parte de mi ser más personal? ¿Puedo salir dañado si lo hago? ¿Realmente debería publicarlo? Muchas veces, cegados por el entusiasmo, compartimos en las redes que nos vamos de viaje, dónde estamos, cuándo volvemos. Pero… ¿controlamos quién recibe esa información? ¿Podemos salir lastimados como familia al compartir que nuestro hogar estará deshabitado por unos días?
Lo que compartimos hoy, queramos o no, marca nuestro futuro . Y es posible que, porque crecemos muy rápido, lo que hoy dejamos en nuestra huella digital no nos guste en un futuro próximo. Por eso es fundamental ser prudentes y reflexionar antes de actuar.
En definitiva, el mundo digital puede llegar a ser un lugar maravilloso en tanto lo habitemos con prudencia, solidez y pensamiento crítico y reflexivo, o un lugar pobre y falaz en tanto vivamos en él sin premeditar nuestros actos. Tenemos la oportunidad de crear grandes espacios digitales capaces de transformar el mundo : ¡contribuyamos a generar contenidos edificantes tanto para nosotros como para los demás!